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Día 224
Hacía tiempo que quería irme de excursión al bosque. Pero solo me decidí a hacerla luego de adoptar a un lindo burrito. Le puse un cofre y con él emprendí el viaje.
Recorrimos bastante, hasta que se hizo de noche. Que bueno que se me había ocurrido empacar mi cama. Claro que a la mañana siguiente, lo último que esperaba ver era a mi burrito sobre mi cama.
En el bosque encontré muchas bayas. Y aunque son espinosas y pueden causar daño si uno pasa muy cerca de ellas, son deliciosas. Por eso recogí todas las que pude.
Y, lo mejor de todo, fue que encontré a un simpático lobato del que me logré hacer amiga. Y ahora me sigue para todas partes.
Algunos días después de seguir recorriendo el bosque, llegué a una hermosa aldea. Y ahí estaba nada menos que mi amiga Iskablue, quien también había adoptado un lobo.
Pasé en la aldea un par de días, pues los aldeanos me convidaron alojamiento.
Quedé encantada con la belleza de las cabañas. Creo que las tendré en mi mente cuando construya nuevas villas.
Los aldeanos son muy alegres, y visten ropas muy coloridas, tanto grandes como pequeños.
El día que tenía que iniciar el viaje de regreso, se reunieron para darme la despedida.
Tardé un par de días más en volver a casa, y aunque fue una gran aventura, me dio mucho gusto cuando pude ver a de cerca la villa de los pescadores.
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