jueves, 29 de agosto de 2019

Bitácora: Un gran huerto

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Día 193

A mi parecer, siempre es deseable tener un buen huerto donde cultivar diferentes hortalizas. De esa manera se puede tener alimento sin tener que cazar ovejitas, chanchitos, vaquitas y conejitos. Son tan tiernos que, a menos que sea realmente necesario, intento no dañarlos. Y teniendo mi propio huerto, ya no tendré que pedirles comida a los aldeanos, que trabajan tanto por obtenerla.

Siempre quise tener un gran, gran huerto y el terreno entre mi casa y la aldea de los pescadores tiene un buen tamaño. El único problema, al principio, fue que había un pequeño cerrito en el lugar. Un pequeño cerrito en el que tardé más de una semana para hacer desaparecer.


Y eso que trabajé incluso de noche, con el riesgo que eso implica. Pero al menos no me encontré con ninguna criatura amenazante en ese tiempo.


Me puse tan contenta cuando todo quedó despejado...


Con el terreno listo, lo primero que hice fue colocar los límites de las cosechas, usando madera de jungla. Puse carteles con el nombre de la hortaliza a plantar. Después rellené con tierra e hice las canaletas de agua, para el regadío:



En las canaletas de agua, coloqué escaleras de madera de jungla:



Con una azadera preparé la tierra, y finalmente planté las semillas.



Planté de todo: trigo, zanahorias, remolacha, papas, calabazas y sandías.


También puse un sector para cultivar caña de azúcar.


Y aprendí a cultivar cacao. Simplemente hay que colocar las semillas en troncos de árboles de jungla. Y lo mejor de todo, aparte de que se ve hermoso, es que iluminan por la noche.


Lo que nadie me había dicho es que los árboles de jungla, además de cacao, “producían chanchitos”. Eso si que es raro.


Pero, qué se le va a hacer. Lo importante es que ahora podré tener todo tipo de verduras y hortalizas.



Pkiblue

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