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Día 11
Con una buena cantidad de bacalao crudo en la mano, que obtuve pescado, me fui a recorrer la aldea en busca de gatos salvajes. Son bastante escurridizos y desconfiados y tuve que tener muuuuuuucha paciencia hasta que algunos decidieron acercarse y aceptar mi comida.Cuando conseguí adoptar a un par, los alimenté con mucho pescado para que sus corazoncitos rebosaran de amor. Y del amor floreció un hermoso minino.
Luego llegaron más gatos, que también se enamoraron y dieron vida a otro pequeñito, y así la familia gatuna creció y creció.
Ahora tengo varios gatitos que están felices de quedarse cerca de mi casita para ahuyentar a los verdosos y explosivos creepers.
Y como recompensa a mi amor gatuno, me dieron el logro Gatos a Mansalva (Plethora of Cats). Ahora maullo de felicidad.
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